viernes, 28 de noviembre de 2014

Fiesta, los amigos y el francés.

Hace un mes, mi amigo que vive en el extranjero vino de visita por aquí. Él es un chico muy lindo y simpático y pocas veces tenemos la oportunidad de vernos, es por eso que mis amigas y yo le dijimos para salir de fiesta  y celebrar su regreso.

Quedamos en ir a un bar genial que queda en una calle concurrida cerca de donde vivo. Él estaba emocionado porque nos iba a presentar a su nueva enamorada, la cual se integró muy bien al grupo. Las horas pasaban, los tragos iban y venían, selfies, risas, anécdotas,  hasta que todos, que estamos con las pilas puestas, dijimos, y si nos vamos a bailar?

Eran ya casi las tres am, los locales ya estaba por cerrar las puertas y no dejarían  entrar a nadie, por lo que salimos y llegamos al toque a otra calle muy concurrido por los "gringos" o extranjeros, que no tiene tan buena fama entre las personas locales. Sin embargo, no nos importó en ese momento, y sin pensarlo terminamos en una "acogedora" disco encima de un resturante con un piso de madera que se hundía y que tenía un peculiar olor a pizza y pan al ajo que inundaba todo el ambiente (y que  hizo que me entrara un hambre!).

Ni en mis sueños más locos pensé terminar en un lugar así, rodeada de chicos menores que nosotras bailando al ritmo de reggeton  , pero no importaba porque lo estábamos pasando super bien. Fue una de esas noches geniales que cuando no las planeas y te dejas llevar por la corriente, salen cosas inesperadas y muy divertidas.

Después de varias cervezas y baile, descubrí que no sirvo para bailar reggeton, (que horror) además que era la única sobria de los cuatro que quedamos, incluido mi amigo y su novia.

El camino a buscar taxi resulto todo un caso. Yo cuidando a mis amigos que no podían caminar derecho, y mas aún una de ellas que estaba padeciendo la famosa tortura de caminar en zig zag con tacos nueve aguja después de una fiesta. La novia muy linda ella,  resultó ser  también super celosa y más aun contragos encima! y mi amigo tan coqueto conversando con las chicas que se encontraba en la calle, hizo que un poco más ella terminara peleándose con unas chicas muy  "amistosas"  que nos ofrecían pase libre para ir con ellas al "purgatorio". Nunca supe que era ( y creo que mejor).

Después de coger el taxi, mis amigos me acompañaron hasta donde vivo. Y es ahí cuando comenzó la segunda parte de esta loca noche. Eran las 4;30am y me crucé en la puerta con un chico que nunca había visto y que también estaba llegando de fiesta. Como entró junto conmigo, de lo más mandada le pregunté si vivía aquí, él sorprendido me dijo que sí y me preguntó si yo vivía ahí también porque también nunca me había visto. Conversamos camino al elevador y nos llevamos muy bien en esos minutos. Al toque detecté  que era extranjero porque tenia un acento pero no muy marcado, me preguntó de dónde pensaba que era y le dije que era seguro francés, por lo que se quedó muy sorprendido que haya acertado. Ya en el elevador me pregunto si no quería ir al piso donde vivía con sus amigos para conversar. Como la puerta justo se cerró en donde tenía que bajar, le dijo ok, extrañamente sin pensarlo tanto y con toda la tranquilidad como si lo conociera de siempre.

Y fue así como por hora y media , después de muchos meses, tuve una de esas conversaciones fuera de lo común,  interesantes, locas con un chico francés. Nos sentamos en su terraza del ultimo piso, viendo como cambiaba el color del cielo al amanecer conversando de  música, viajes, experiencias, sueños, todo en una hora y media en medio de risas y con música francesa de fondo . Sí, extrañamente nos sentimos muy cómodos y entretenidos conversando,   que las intenciones no pasaron a más como pudieron haber sido...

 Al final, los dos llegamos a la siguiente conclusión: Hay tanto que nos encantaría hacer en esta vida y tan poco tiempo.

Me pidió mi número, se lo grabé en su celular, el más simple que he visto ya que no cree en los smartphones y  en ser parte de las redes sociales, y en la despedida simplemente nos miramos, y en vez de una despedida común nos dimos un abrazo y me fui.

Finalmente llegué a mi puerta a las 6 en punto de la mañana, con una sonrisa en los labios, directo a dormir...

sábado, 22 de noviembre de 2014

Ex Love Friendship


¿Es posible ser amigo de nuestro ex? Es la pregunta con la cual estuve dándole vuelta hoy en la mañana, y que creo que todos en algún momento nos hemos hecho (o todavía nos la hacemos). Después de conversas con una amiga que está intentando pasar por esta "transición" con su ex, de darle vuelta a todo lo visto y vivido,  he llegado a la siguiente conclusión: Ni idea!

Se supone que al inicio tú y tu ex tenían una relación de amistad que llegó a convertirse en una relación amorosa, cierto?. Sin embargo, al terminar, ¿qué pasó con esa amistad inicial? generalmente nos volvemos dos personas que parecen que nunca se hubieran conocido.

Creo que es una decisión que depende de cada persona, así de las características de la misma porque todos somos un mundo diferente,  y del tipo de relación que se tuvo también. Personalmente, después de las rupturas que he tenido, tomé la decisión de no estar más en contacto con esas personas y tengo que decir que eso me ayudo mucho para poder cerrar cada historia. Pero hay otras que manifiestan haberlo logrado y con éxito,  ¿será cierto eso?

Me gustaría creer que sí, hubiera sido genial en algunos casos. Tal vez si conseguimos cerrar nuestras historias primero, y en buenos términos, esto podría ser el primer paso para lograr una amistad en el futuro. Pero quién sabe, de repente lo que nos traiga el futuro puede que sea más interesante y excitante, que haga que  al final terminemos olvidando completamente al ex y lo mandemos a volar, quedándose  en el pasado, nuestro pasado,  como toda historia que empezó pero que tuvo un final...